La décima partida por el Campeonato Mundial de Ajedrez (masculino) resultó en un espectáculo digno del gran torneo. Caruana le plantó a la Defensa Siciliana de Carlsen un sistema similar al de la 8.a partida, pero está vez con 12.b4. El plan para ambos bandos fue similar y de doble filo. Mientras las blancas adquirían gran dominio en el lado de la Dama, las negras hacían lo propio en el lado del Rey.
Poco se puede objetar al planteamiento de las blancas. Pero del lado negro no pueden subestimarse las opciones agresivas de la torre y dama negras al otro lado (Tf6-h6, Dg6, e4). Las acciones se produjeron más o menos como se esperaban. Incluso, las blancas movilizaron su torre por 19.Ta3 (en vez del inmediato 19.Ac7) , como ya parecía vislumbrarse, aunque pocos daban por bueno el momento en que Caruana lo hizo. Igualmente ocurrió con Carlsen cuando efectuó un movimiento después el posible avance b5. Lo más razonable es que ambos jugadores estaban aún en sus líneas de apertura y el orden alterado de movimientos respondió más a problemas de «memoria» que a tácticos desvíos.
En esta posición, como se sabe, las negras se fueron con la mejor opción: 21…b5. Pero démosle un vistazo antes al tablero. La posición resulta muy aguda. A las piezas y peones dominantes blancos, las negras oponen la dominante situación de su dama y peones. Pero, como se hace notar, la dama negra es vulnerable a ataques, además de encontrarse participando de la defensa del importante peón d6. El ataque blanco 22.Ah5 no parece muy eficaz, pues tras 22…Dh6, las negras sostienen a la dama por la zona del dominio, mientras las blancas habrán de mantener la defensa del alfil. Por esto, el deseo de liberar a la dama de la defensa nace de modo natural, aunque hay que evaluar si el sacrificio ofrece un beneficio real y todo parece indicar que sí. 22.axb6 Txa3 23.Cxa3 f3 24.gxf3 Ce5 25.Tg1 Dh6 26.Cc4 exf3, y las blancas pueden sacrificar pieza por tres peones siguiendo con 27.Cxe5 o resistir un fortísimo ataque tras 27.Af1, como se ha discutido en diferentes sitios.
Caruana optó por 22.Cb6 Cxb6 23.Axb6. Esta posición parece muy poderosa para las blancas:
El plan Axb5-Ac6 y el avance de apoyado del peón a5, salta a la vista de inmediato. A esto el negro podría continuar en la carrera de atacar al rey blanco mediante Dh6-Af6-Af5 y f3, no necesariamente en ese orden. O, simplemente optar por 23…Ad7, obligando el cambio de alfiles —si es que el blanco quiere ganar el peón en b5— y alejando con ello un defensor de la casilla f3 y g2. El movimiento de Carlsen 23…Dg5 se motiva por el deseo de respaldar el ataque mediante un viaje de torre por Tf6 hacia g6 o incluso h6.
La reacción de Caruana 24.g3 indicó cierto temor por la seguridad de su rey. Tras el pertinente 24…b4, optó por 25.Tb3, cuando parecía mejor 25.gxf4 Dxf4 26.Tg3 Ah4 27,Tgg1, seguido de 28.Ae3 probablemente. De todos modos, la situación no corrió peligro y en la posición resultante las blancas llegan a tiempo para desinflar el ataque negro.
Excepto la torre blanca en g1, todas las demás piezas tienen opciones activas de inmediato. Incluso esa torre tendrá juego con la salida de la dama blanca. Ya a partir de aquí la posición mantuvo la igualdad sin temblores de tierra y con multiples opciones hasta la posición siguiente:
Con 35…De2, las negras planteaban una astuta celada. La captura inmediata hubiese sido un burdo error tras 36.Dxe2 fxe2 37.Te1 Txf2 38.Rg1 Tbf7! 39.Tbb1 y las blancas la tienen difícil para recuperar el peón, pues al avance b7, se responde siempre con Tf1+.
Tras el intercambio de damas, las blancas continuaron con la iniciativa gracias a su peón en b6. Al final incluso ganaron un peón, pero en el final de torres y con todos los peones en el ala de rey y retrasados, no había juego para más. Tablas, entonces.
Esta partida fue sin duda una de las más interesantes del encuentro. En todo el medio juego, ambos bandos corrieron al borde del abismo, precisando respuestas exactas para mantener el equilibrio basado en el contrajuego. Caruana se desempeño siempre, como ya parece costumbre, por el camino más seguro y templado una vez sale de su libro de aperturas. Carlsen mantuvo la agudeza y el deseo de riesgo que, por esta vez, no le significó un serio error deportivo. ¿Será esta la mejor estrategia?
La undécima partida, jugada hace unos días, volvió por los cauces de la Defensa Rusa con la que Caruana neutralizó nuevamente todo el juego blanco de Carlsen frente a 1.e4. Entraremos luego una nota corta al respecto.
Mañana se juega la duodécima partida, con Caruana comandando las blancas. En vista de su éxito en la apertura, no sería de sorprender un planteamiento nuevo que saque literalmente de sus casillas al campeón. Será una partida tensa y de muchos nervios. Sólo esperemos que no sea esto lo que decida, sino la calidad del juego.
Ya veremos.